Parece que la calma ha llegado al sector del aceite de oliva en esta semana que terminamos. Aunque los precios siguen fuertes, los compradores ahora algo más tranquilos.
Los virgenes extras se han quedado situado en la línea de los 4.60 €/kg. para la buena calidad, mientras que los lampantes no superan los 4,45 €/kg. para los genuinos de la zona de Jaén, pero como comentamos, los compradores ahora más relajados y retirando las muchas operaciones realizadas en semanas anteriores. Mientras que los vendedores siguen estando fuertes a la hora de poner encima de la mesa algunos lotes por debajo de los precios referidos anteriormente.
Todo hace indicar que estos precios puede ser la base en la que el mercado pueda continuar negociando, siendo conscientes todas las partes que una mayor subida podría peligrar mucho el consumo del aceite de oliva en los hogares españoles y para la exportación, teniendo en cuenta los amplios costes de fletes y precios de los combustibles en estos momentos. Y que hay que actualizar pronto estas cotizaciones a las grandes cadenas de distribución, que ahora están manejando precios muy inferiores, fruto de contratos de suministro que había en meses anteriores, cuando pueda haber casi 1€ de diferencial en un litro. Teniendo en cuenta también que están ya saliendo aceites en otros paises que pueden ir alimentando el mercado con aceites frescos y que los precios ahora no animen a subidas por los aceites viejos.
Otro problema añadido que está teniendo el sector es la gran sequía que azota al olivar en esta campaña; cuando llegamos casi al final del mes de Octubre, en algunas zonas, cuenta con 30 litros/ m2 las lluvias recogidas entre los meses de Septiembre y octubre/22, cantidad prácticamente nula para lo que se necesita en estos dos meses tan importantes para el olivar, cuando venimos de un verano súper caluroso y cuando estamos batiendo récord de temperaturas en los meses de otoño, con comunidades de riegos ya paradas y sufriendo la planta y el fruto de una manera muy preocupante.
Se han empezado a recolectar los primeros aceites "premium" y la experiencia parece que no ha sido del todo beneficiosa, ya que los rendimientos están aún muy lejos de otras campañas, la calor en el campo con los días de recolección hacen que el fruto no llegue con las óptimas condiciones a la almazara, y con aceites algo más flojos por estas circunstancias y sobre todo el estado en el que queda el olivo después de las vibraciones y las altas temperaturas que soporta.
Seguimos en Andalucía sin recibir las ansiadas precipitaciones que alivie esta situación y cada día que pasa el olivar merma mucho sus existencias y el fruto sigue padeciendo bastante por el calor y la sequía.
En las fotos adjuntas se ve una aceituna con regadío, pero su producción muy reducida en el árbol y en la otra una aceituna de secano, donde se ve como está sufriendo en el árbol.