No podemos ser tan optimistas en cambio sobre los pantanos, que estas aguas no repercutirán en solucionar el problema de los mismos, los cuales están en unos niveles muy por debajo de su capacidad, no asegurando por ahora unos desembalses para riegos en la próxima primavera/verano.
El mercado sigue parado desde hace dos semanas, que curiosamente coincidió con las últimas precipitaciones; los precios han ido bajando poco a poco, motivado por la falta de compradores, y las continuas liquidaciones que se producen en las almazaras para vender su aceite, ante una bajada más pronunciada en los próximos meses, a parte de que algunas cooperativas también han acudido al mercado, también bajo estos conceptos de bajada contínua del precio en estos 15 días.
Los importadores también andan cautos a la hora de hacer compras, viendo que las cotizaciones cada día son algo más bajas, y ante un mercado a la baja, nadie quiere comprar; a esta psicosis de bajada, también está la espera de ver como se comportan ya casi las definitivas cifras de producción de esta campaña 2023/2024, porque ya las principales provincias productoras están terminadas durante el mes de enero/24 y el dato que más aguardamos con inquietud, es el de las salidas de mercancía durante ese periodo, habiendo voces muy importantes de este sector, que auguran unas salidas importantes nuevamente, aún con los precios de los 9€ a granel de extras durante el primer mes del año, y actualizando las cadenas de distribución sus precios en los lineales en consecuencia a la actualidad del sector.
Por tanto, semana clave para el sector del aceite de oliva la que se nos avecina, por las lluvias recogidas en este fin de semana, por las cifras de producción y salidas que conoceremos el próximo martes, y con unos vendedores que tienen miedo a que las bajadas sean constantes y unos compradores con mucha cautela a la hora de comprar, haciendo sólo lo estrictamente necesario.