Ha sido una semana en donde se han desplomado los precios del oro líquido a niveles que casi nadie esperaba, y la ausencia de compradores en el sector tanto en el virgen extra como en el lampante. Se han realizado pocas operaciones de lampante, llegando a pagarse los 4,40 €/kg. y los vírgenes extras en torno a los 5€/kg. para los de buena calidad aceptada por los paneles de calidad de los compradores.
Este descenso de precios se produce por la falta de compradores, y la necesidad ahora de algunos vendedores que están necesitando retiradas rápida por falta de dinero para pagar las liquidaciones que están llegando a los fabricantes motivada por la desconfianza en el mercado y acatar los gastos normales de la campaña( recolección, electricidad, etc. etc.).
Por parte de cooperativas, es totalmente opuesta la situación, donde ellas no venden de momento nada y esperan que pasen los meses y el mercado se vuelva a los niveles en torno a los 5 € al menos por la peor calidad. Confiando en que los datos que se ofrezcan de producción, sean pesimistas y que la situación climatológica de momento no viene muy halagüeña, aunque aquí hay mucho margen aún, ya que debemos confiar en las precipitaciones de marzo, abril y mayo, donde una primavera donde se recogieran 200/250 litros más el olivar de un vuelco de cara a la nueva campaña.
Mientras esto pasa en España, son los paises del resto de la cuenca del mediterráneo donde están abasteciendo a los compradores habituales, tanto españoles como italianos que están retirando y comprando a precios muy por debajo del mercado español en Grecia, Túnez, Turquía , Egipto, etc. etc.
En definitiva estamos en el momento en que la oferta es escasa pero con 50 tn. de aceite negociado sirve para fijar precios, y al día siguiente baja 5 céntimos menos y así sucesivamente por la falta de compradores. Toca esperar al menos 30/60 días para ir asentanto los precios de cara a esta cosecha en función de existencias finales y sobre todo la bajada de consumo que seguro que se va a producir en unos niveles bastante grande, dado el precio que aparece una botella de aceite de oliva virgen extra en los lineales de los supermercados.